Manolo Sabía, un joven gallego de 20 años de turismo por Barcelona, cogió el Metro para ir a visitar las famosas Ramblas. Su sorpresa fue cuando decenas de miradas molestas de los usuarios del vagón se dirigían hacia a él. El problema era que el chico escuchaba música con auriculares, cosa que era normal hace unos años, pero en la actualidad no, pues la gente comparte su música con el resto del vagón, bien desde su teléfono móvil o Mp3 con altavoz. El acoso verbal a Manolo acabó con insultos, cortes de manga, escupitajos y en una brutal paliza. Finalmente Manolo, pudo activar la alarma y socorrerle los trabajadores del Metro.
En el Hospital del Mar de la ciudad condal, nos comentaba lo siguiente: “ha sido una experiencia inolvidable, me lo he pasado de la muerte, jamás me había pasado nada igual en mi vida”. El doctor Pou, nos informa que lo más difícil fue extraerle los auriculares incrustados hasta los tímpanos a base de puñetazos. Seguramente en un par de días le darán el alta y Manolo podrá volver a su ciudad natal.
“Es lo que tiene hacer un viaje, siempre hay cosas que contar cuando vuelves a casa”. Nos decía Manolo antes de que le quitáramos el flan de la bandeja de la cena y se pusiera como una moto.
