dimarts, 23 de març del 2010

DESENGAÑO AL REGALAR UN HOBBIT POR SU CUMPLEAÑOS.

Lo que pretendía ser una gran sorpresa para M.M de 12 años al recibir por su cumpleaños un hobbit, acabó en una gran desilusión.

“Nuestro hijo es un fanático de El señor de los anillos, hip, por ello decidimos regalarle un hobbit, hip”. Contaba el padre del chico con un gorro de verbena en la cabeza y unas copas de más a un canal de televisión mientras la policía se llevaba esposado al hobbit.

La fiesta se desarrollaba con total normalidad. Todos alucinaban con el gran regalo que había recibido el homenajeado, cuando hizo presencia la policía alertada por un vecino cabrón, que no fue invitado a la fiesta, aludiendo que se escuchaba heavy metal a gran volumen y que había alcohol para menores.

La autoridad verificó la denuncia y se dieron cuenta que solo había ganchitos, fantas y un enorme pastel con 12 velas. En el equipo de música sonaba hip hop a un volumen normal. Todo correcto. Pero al identificar a los presentes, descubrieron que el hobbit no tenía papeles y era buscado por la Interpol. Tenía múltiples denuncias por agresión con brutal violencia a numerosos enanos de jardín.

En dos días el hobbit fue extraditado a la Tierra Media, y el joven M.M tuvo que consolarse con la mierda de regalos recibidos por familiares y amigos. Nada puede igualar ser propietario de un hobbit. O quizás si. “La Estrella de la Muerte”, de La Guerra de las Galaxias. Habrá que esperar al próximo cumpleaños.